domingo, 15 de abril de 2012

Me tomas, me dejas...

Me tomas, me dejas
cual es el camino
en la encrucijada del olvido,
la mano invisible de las dudas
me atrapa,
me guia,
hacia el fondo del abismo

mis pies descalzos
pisan la mala hierba que ha crecido,
las flores no florecen
los odios las han destruido.
tu voz se pierde
entre la niebla,
dejando mudas
las horas en el reloj del destino...
me tomas , me dejas
cual es el camino...
tu mirada
se pierde, buscando
más alla del horizonte
aquella silueta
que tanto tú has querido...
giro sobre mis pasos
no me tomes
ni me dejes,
soy yo quien se ha rendido...
Silencios que atormentan
cual huracán saboteando
mis pensamientos,
deslizándose como lava presurosa
por los rincones de mi ya
dolorido corazón.
Silencios que ensordecen,
cual trueno retumban en
mis recuerdos,
tu voz murmurando
un te quiero,
que se hace lejano,
cruel y sin sentido.
Quizá no recorremos
el mismo camino,
no son mis huellas
las que tus pasos desean alcanzar
o no mis sueños
los que me acercan a tu realidad.
Silencios...solo silencios
acompañando mi soledad.
Me robé una lágrima.
Caía desde tu corazón
casi imperceptible, solitaria.
No tenía prisa
solo se deslizaba.
La tomé entre mi manos,
llevándola a mis labios,
atrapando tu tristeza,
guardándola en mi alma.
Miro tus ojos, aun nublados
por la nostalgia.
Quiero ser la brisa que acaricie
tu rostro,
ser la primavera
que haga florescer la sonrisa
en tus labios,
hacerte arder
en la hoguera del deseo,
llevarte al clímax
haciéndote olvidar
el mañana.
Ser quien te abrace
y te susurre cuanto te ama.
Cuando el alma llora,
las lágrimas no se hacen visibles
se deslizan por dentro.
Una a una van llegando al corazón,
éste se hace roca,
se cierra al dolor.